El detrás de escenas de un Director de Comunicación

¿Qué hace un DirCom? Fue la pregunta que compartí en mis historias de Instagram buscando analizar la percepción que se tiene sobre esta figura que forma parte de la estructura de las organizaciones. Un aspecto a tener en cuenta para responder este interrogante es que los Community Managers no son sinónimos de Directores de Comunicación. Es más, el avance de los CM no debe poner en peligro de extinción a los DirCom.

A nivel organizacional es vital comprender que la persona a cargo de gestionar la comunicación lo hace desde una perspectiva integral. El plano interno y externo conviven como una misma dimensión en la que debe primar la óptima utilización de los recursos disponibles. El Community Manager es un eslabón dentro de este gran tablero. Y, en algunos casos, la misma persona ocupa el puesto de CM y DirCom.

El Director de Comunicación se ocupa de impulsar acciones que permitan conservar un buen clima laboral (trabajo que va de la mano con las tareas de Recursos Humanos); trabaja para que exista coherencia con respecto a los valores que constituyen la cultura organizacional y releva canales de comunicación interna, para que todos los bloques que forman parte de la institución trabajen de manera transversal.

Para que estos enunciados sean posibles, las instancias de recolección de datos son fundamentales. El DirCom puede tener un ojo crítico que le permita interpretar cuáles son las problemáticas, pero también debe echar mano de técnicas cuanti y cualitativas. Si de cuantitativo hablamos, el recurso más tradicional es la encuesta. Compartir un formulario con preguntas abiertas y cerradas da lugar a la participación, genera instancias de protagonismo para los colaboradores y proporciona información relevante para la toma de decisiones.

Una vez que el Director de Comunicación tiene claro el panorama “puertas hacia adentro” puede pasar al siguiente nivel. Es decir, comenzar a planificar acciones que se dirijan a los distintos actores externos que interactúan con la organización: medios de comunicación, clientes, gobiernos, empresas afines, proveedores, detractores, etc.

La comunicación externa implicará generar en la sociedad una imagen semejante a la identidad organizacional definida. Para ello, será importante establecer con precisión los canales a utilizar (teniendo en cuenta los públicos), generar contenido acorde a cada plataforma en la que se decida tener presencia y ser claros en cuanto al tono comunicacional y la estética que tendrán los mensajes que generemos.

Ser Director de Comunicación requiere democratizar la palabra, generar espacios de escucha y diálogo y empaparse en la realidad institucional para crear contenidos que reflejen la esencia de la marca.

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