El jueves 25 de febrero tuve la posibilidad de participar del 203° debate de #DialogusCI en calidad de moderador. Mi rol consistió en compartir algunas preguntas disparadoras que motivaran la reflexión en torno a la temática “comunicación interna en organizaciones sociales”. Luego de casi dos horas de intercambio de ideas entre colegas de toda Latinoamérica, llegaron las conclusiones.
Con sinceridad, debo aclarar que fue complicado resumir la riqueza de aquel debate en una serie de frases finales. Además, por fortuna, los interrogantes que propuse despertaron diferentes posturas en el pensamiento de los participantes.
Para comenzar, cada una de las personas conectadas vía Twitter comentó cómo se denomina en su país a las organizaciones del tercer sector. Algunas de las respuestas fueron: “Organizaciones No Gubernamentales”, “Organizaciones de la Sociedad Civil”, “Organizaciones Sin Ánimo de Lucro”, “Organizaciones Sociales”, etc.
De esta manera, empezamos a contextualizar la temática del debate. Acto seguido, el interrogante fue si la planificación de acciones de comunicación interna es igual para una empresa que para una ONG. La mayoría de los participantes coincidió en que estructuralmente pueden ser idénticas, pero el enfoque tendrá sus diferencias. A partir de ello surgieron reflexiones acerca de la fortaleza que tiene para una organización social la correcta gestión del talento, el empoderamiento y la fidelización de sus voluntarios y colaboradores. Para que esto ocurra de manera óptima, también conversamos sobre el papel que cumple el líder. Los participantes del debate coincidieron en que, la persona que encabeza una ONG, necesita habilidades especiales para comunicar desde la empatía y una adecuada gestión de las emociones para motivar a su equipo y lograr fidelidad.
Los prejuicios y rumores también fueron parte del debate. En todos los países participantes hubo acuerdo con respecto a la desconfianza que suele existir alrededor de las actividades que desarrollan las organizaciones de la sociedad civil. La consigna que propuse al respecto fue cómo gestionar desde la transparencia. Las respuestas coincidían en la necesidad de trabajar en la comunicación circular, para que todos los integrantes de la institución estén al tanto de las acciones que se desarrollan. De esta manera, cada persona podrá ser portavoz de confianza y transparencia.
Los desafíos para los equipos que planifican acciones de comunicación interna en el sector social son muchos y exigen una reflexión continua. El debate permitió abordar algunos de estos temas y dejó tarea para que en casa sigamos revisando el rol que cumplimos en las instituciones con las que trabajamos.