Creo que me equivoqué de carrera. Mi verdadera vocación es la de ser director técnico de algún equipo de fútbol. Al menos eso es lo que siempre me hizo sentir el tan querido FIFA 07, un video juego muy conocido por todos los que disfrutamos de este deporte.
Entre las distintas modalidades que ofrece, una de ellas consiste en estar a cargo de un club de fútbol durante una temporada. En ese lapso de tiempo hay que contratar jugadores, revisar las condiciones de trabajo del personal, responder preguntas comprometedoras de la prensa, establecer una táctica para encarar cada campeonato que el equipo dispute y concretar los objetivos propuestos por la Comisión Directiva. Si bien el juego ya tiene 14 años, y se ha ido actualizando con el paso del tiempo, desde aquel entonces, la experiencia de inmersión que proponía era absoluta.
Retiro lo dicho en el primer párrafo. Creo que, como entrenador, sería un simple comunicador. Lo que propone FIFA a través de sus videos juegos, logrando que el usuario se sienta realmente en el rol de director técnico, es el sueño de toda estrategia de marca.
El viaje del usuario, teoría que abordan distintos autores y yo aprendí gracias a Tito Ávalos, plantea una serie de instancias que atraviesa una persona en su vinculación con una empresa. Desde el primer contacto hasta el momento en que recibe el servicio de post venta por la compra de cierto producto o servicio.
Este viaje debe contemplar acciones que le permitan al cliente y/o potencial cliente vivir una verdadera experiencia de inmersión, al nivel de un video juego. Hay casos en los que esto se logra desde el diseño y la arquitectura del local comercial, conectando lo sensorial con los valores de la marca. Y en otras ocasiones se puede dar desde la virtualidad, generando espacios de conversación con la otra persona e involucrándola en consignas lúdicas e interactivas.
El desafío no es para nada sencillo, pero de ello depende lograr ese vinculo fuerte y duradero que toda empresa busca establecer con sus públicos.